¿Es el primer verano que va a pasar tu bebé? Te traemos una serie de recomendaciones que te ayudarán a que las visitas a la playa sean más seguras junto a él.
¿A qué hora voy a la playa con mi bebé?
Si decides llevar a tu bebé a la playa ten en cuenta no hacerlo durante las horas de más calor (entre las 12:00 y 19:00 horas), ya que resulta peligroso.
Cuanto más pequeño sea tu bebé más probabilidades de insolación o de quemaduras en la piel.
Si puedes escoger entre llevar a tu bebé a la playa por la mañana temprano o a la tarde, es más recomendable la tarde. Antes de las 12:00 horas del mediodía la capacidad de amortiguar la radiación solar de la piel del bebé va disminuyendo mientras que a medida que pasan las horas la radiación solar va aumentando lo que facilita que llegue el momento donde el pequeño o pequeña se queme o tenga una insolación.
Radiación solar
Debes prestar especial atención a este punto ya que la piel acumula la radiación durante toda la vida y especialmente en los primeros meses de vida, etapa donde niños y niñas son más sensibles.
Las cremas de protección solar para bebés se recomiendan a partir de los 6 meses de edad ya que por debajo de esa edad no se espera que se exponga de forma directa al niño o niña al sol. Pero en caso de que lo lleves a la playa será mejor que utilices la protección solar para niños de más de 6 meses antes de no utilizar ninguna medida. El único sol que se espera que un niño menor de 6 meses coja es el que recibe de forma indirecta en sus paseos o salidas.
Los daños del sol sobre la piel durante la etapa de la infancia aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel en la edad adulta.
Deshidratación
Es muy común ver los iglú de playa al llevar a los niños. Es muy importante que sepas que la temperatura dentro de este tipo de casetas puede ascender hasta los 50º, lo que facilita la deshidratación o insolaciones. No te olvides de llevar agua fresca, gorritos, sombra y ropa ligera para tu bebé y para ti. Mucho cuidado también con las olas de calor.
Ver también nuestro artículo sobre mitos y realidades del bronceado.
Fuente: Jesús Garrido, pediatra
