El dolor de cabeza o cefalea es una de las dolencias más comunes de nuestro sistema nervioso. Una cefalea se produce cuando las arterias situadas en el cráneo se dilatan. Esto provoca que sintamos dolor, pero dependiendo de su intensidad o ubicación se tratará de un tipo de cefalea u otra.
Los especialistas diferencian tres tipos de cefaleas: la cefalea tensional, la migraña o jaqueca y la cefalea en racimos o brotes. Hoy trataremos estos tres tipos, haciendo hincapié en la cefalea migrañosa, pues junto a la tensional, es el tipo de cefalea que más nos afecta. Además, te explicaremos cómo diferenciar un dolor de cabeza del otro, aunque lo más recomendable es acudir al especialista si notamos que el dolor no cesa o es muy intenso.
Migraña o jaqueca
La migraña es, como ya hemos dicho, uno de los dolores de cabeza más frecuentes. Por lo general el dolor comienza en un lado de nuestra cabeza y va empeorando a medida que va pasando el tiempo. El dolor se localiza detrás del ojo y en la parte trasera de la cabeza. La migraña suele durar entre 4 y 72 horas y suele aparecer a partir de los 20 años. Es frecuente que a veces se produzca una sensibilidad a la luz y al ruido y puede ir acompañada por náuseas y vómitos.
En algunos casos se producen los síntomas premonitorios, los cuales nos ayudan a saber que estamos próximos a un ataque de migraña. Estos pueden ser: cansancio, dificultad para concentrarse, aumento del apetito, bostezos y retención excesiva de líquido. Además, podemos sufrir la llamada migraña con aura, produciéndose alteraciones en la vista. Por lo general, se producen destellos en mitad del aura visual. Puede ocurrir en uno o ambos ojos. También podemos sufrir hormigueo en dedos, hombros, boca o lengua, problemas para entender lo que nos dicen o articular palabras.
No siempre es fácil librarse de la migraña, pero es posible prevenirla llevando a cabo una serie de medidas como:
- Llevando a cabo unos hábitos saludables en lo que respecta al sueño. Es recomendable dormir las suficientes horas y tener un horario constante, es decir, irnos a la cama todos los días a la misma hora.
- Controlando lo que comemos. La ingesta de ciertos alimentos pueden desencadenar un ataque de migraña. Para poder evitarlo, es bueno saber con certeza qué hemos consumido antes de la migraña. El alcohol, el chocolate, los frutos secos, cítricos o la cafeína con alimentos que suelen provocar migraña. Ayunar también puede ser un desencadenante, por lo que también es recomendable comer varias veces al día en horarios regulares.
- Es importante también llevar un registro de dolores de cabeza, señalando las circunstancias que lo rodean.
- Recuerda que muchas veces las migrañas están relacionadas con el consumo de la píldora anticonceptiva. También tienen mucho que ver las hormonas, pues las bajadas y subidas de estrógenos pueden provocarnos dolores de cabeza. Muchas veces las migrañas pueden desaparecer con la menopausia.
Cefalea tensional
La cefalea tensional es otro de los dolores de cabeza más comunes. Normalmente aparece a causa de una opresión producida en los músculos del cuello, cuero cabelludo, hombros y mandíbula. Todo esto suele estar producido por diversos factores físicos o ambientales: mala posición al sentarse, estrés o falta de sueño, depresión, ansiedad…etc.
El dolor suele ser de leve a moderado. Se produce una presión en la parte de atrás de la cabeza o cuello y avanza hacia delante o viceversa. La molestia se suele localizar en ambos lados de la cabeza y se acompaña por un dolor en cuello y hombros. Suele durar de media hora a varios días. Esta cefalea es incómoda y molesta, pero no supone un riesgo para tu salud.
Cefalea en brotes o en racimo
La cefalea en brotes o en racimo es la menos común, pero la más dolorosa e intensa. Los hombres suelen ser los que más la padecen. A día de hoy se desconoce su verdadera causa, pero se cree que puede estar relacionada con una activación anormal de los nervios del cerebro. La palabra “racimo” hace referencia a la agrupación de los ataques en el tiempo. Éstos suelen ser recurrente produciéndose de uno a tres dolores de cabeza al día durante semanas o meses. Tras esto suelen cesar, para regresar un tiempo después.
El dolor de la cefalea en brotes suele ser descrito como insoportable, abrasador o ardiente. Comienza de repente en un lado de la cabeza y a medida que pasa el tiempo tiende a empeorar. Puede durar de treinta minutos a dos horas. Los síntomas son: hinchazón, lagrimeo, enrojecimiento de ojos, nariz bloqueada o que chorrea y suelen producirse en el lado de la cabeza afectado. Por lo general suele ocurrir todos los días a la misma hora.